Capitan Roger Vinilo

La vida misma, las desilusiones futboleras y un par de rodillas lesionadas hicieron del Capitán Roger Vinilo un personaje de pocas pulgas.
Su carácter mettalico es ideal para evitar que la nave María Tijuana no naufrague y si así sucede, combatir contra viento y mareas cósmicas que lo llevan a librar las más épicas batallas en aras de mantener siempre a salvo a su amada tripulación.
Amante de mundos fantásticos, emprende fabulosos viajes con una horda de marineros escoceses, gollumes y bolsones a su cargo, viviendo experiencias “silmarillionianas” en los mundos más remotos posibles.
Cuando la imaginación desciende, cultiva con pasión un singular jardín al que ningún miembro de la tripulación puede entrar, en él existen todo tipo de hierbas aromáticas con las cuales se perfuma y refresca su aliento cada mañana; se entrena cotidianamente con la esperanza de un día poder regresar al fútbol; y en éste espacio es también donde estudia jugadas, analiza partidos y números indescifrables de estadísticas deportivas, acompañado siempre por finos licores que le alegran el espíritu.
Es la clase la que define este abrupto personaje y es la clase la que le ha permitido soportar el viaje que hace veinte años emprendió al espacio.
La Muda

Única exponente del sexo femenino en la María Tijuana: la más joven, dicen. Su torpeza nature no le impide ser, también la más linda… No sabe cocinar, pero crea cócteles maravillosos y lumínicos de bebidas energizantes, duerme en una cabina ocupada por grandes montañas de ropa, pastillas de colores y objetos trendy variopintos. Su cuarto nombre es Pedra y viene de una familia muy numerosa, sobretodo tratándose de primas. Su silencio es seductor, misterioso y sabio; multitudes enteras han querido hacerla hablar con los artilugios más variados, ella serena sonríe, le gusta reír… funciona siempre!
Protagonista de los mejores episodios de Encaso, como aquel en el que el Lagarto sordo, el Pirata sin olfato y el Mico lisiadito, llevaron a buen término un inolvidable programa.
Su naturaleza rebelde la ha dado la capacidad de domar a Ricarda y a Marina, quienes atiborradas de pelotas logran hacer un caos dentro de nave. Ella observa detenidamente el desorden, bosteza en silencio resignada, mientras resbala dentro de una diminuta falda, mete sus radiantes piernas en un par de medias transparentes y se abrocha el único botón de la blusa. Se ve al espejo y verifica que todo esté en su lugar…
El Mico

Obrero peludo que trabaja de sol a sol, de galaxia a galaxia… siempre. Maniaco de los tiempos y calidad del programa; es él quien lo carga y lo socializa con la banda desintegrada. En sus ratos libre repara las fugas de gas y agua que genera constantemente la Muda en cocina, celebra su cumpleaños cuando el resto de los obreros descansa y por una solidaridad partisana, trabaja él también.
Defendido por hermosas damas y tenazmente asediado por castrosos caballeros, que, en honor a la verdad, le piden cosas inalcanzables cuando se trata de subir el programa en formatos cada vez más raros. Le gusta cantar y romper vasos, musicalmente puede mandar al carajo a quien sea, sobretodo con un buen motivo, como pedirle velocidad en sus labores diarias.
Sus enemigos se apellidan «melbourne» y sus aliados «gente de ixtus», sus dolores de cabeza se llaman Lagarto y Pirata, su aliado eterno Fer Alejandrez, su consuelo y su tortura es la Muda.
Duerme con Campanita, es ella quien dicta los ritmos y limites que el Micorete debe conservar… mientras los locutores se divierten leyendo mensajes, él detrás de “cámaras” esparce un polvo mágico que hace que los radioescuchas imaginemos canciones, sonidos y silencios.
